On Sundays, I usually share a talk that I have been reading but today I will post what I shared in Church in Buenos Aires. (It’s in Spanish.)
El elder Oaks dijo en la conferencia de abril de 2018 “He sentido que para el tema de mi mensaje debo usar la enseñanza del evangelio de Jesucristo que nos enseñan muchas cosas pequeñas y sencillas. Necesitamos que se nos recuerde que estas cosas aparentemente pequeñas y sencillas, a lo largo de un período de tiempo significativo, hacen que se realicen grandes cosas.”
(Él cuenta que durante una caminata vio como la raíz de un árbol había levantado el hormigón de la acera y le hizo recordar el poder de las cosas pequeñas y sencillas porque eso no sucedió de un día para otro sino de forma lenta por un periodo de mucho tiempo.)
¿Y cuáles son esas cosas pequeñas y sencillas? Por ejemplo: Orando en forma privada y en familia, ayunando, leyendo las escrituras y ven sígueme, haciendo las noches de hogar, tomando la santa cena cada domingo, escribiendo en nuestro diario, ministrando, asistiendo al templo o haciendo historia familiar. Etc.
El Elder Oaks continúo diciendo: “Tal es el poderoso efecto que ocasionan las cosas pequeñas y sencillas con el tiempo, según aprendemos de las Escrituras y de los profetas vivientes. Consideren el estudio de las Escrituras que debemos incorporar en nuestra vida diaria, según se nos ha enseñado. O consideren las oraciones personales y las oraciones familiares de rodillas, que son prácticas habituales de los fieles Santos de los Últimos Días. Consideren la asistencia de los jóvenes a Seminario y de los jóvenes adultos a Instituto. Si bien cada una de estas actividades pueden parecer pequeñas y sencillas, con el tiempo producen un poderoso incremento y crecimiento espirituales. Esto ocurre debido a que cada una de estas cosas pequeñas y sencillas invitan a la compañía del Espíritu Santo, el Testificador, quien nos ilumina y guía hacia la verdad.
Recuerdo que en una reunión la hermana Lisa Stevenson, esposa del Elder Stevenson nos habló a las hermanas explicando que la primera cosa que ella hace al levantarse cada mañana es arrodillarse para pedir la guía del Espíritu en las cosas que ella va hacer ese día. Mientras la escuchaba, yo tome una hoja y anote esta frase como mi refrán: “No salgas de tu habitación sin antes dar tu oración.”
Otra cosa pequeña que hago cada día es escribir en mi diario gracias a que un maestro de Instituto nos dio ese reto. (Me encantan las clases de Instituto y quisiera tener 30 años para seguir tomándolas.)
El maestro nos dijo que era de mucha importancia escribir nuestros pensamientos para que en un futuro pudiéramos leer esas cosas. Fue en un 2 de noviembre de 1979 a la edad de 19 años que yo escribí lo siguiente: “Hoy fue un día muy especial. Me puse a pensar muy profundamente en mi vida, en mis metas, y me hice el propósito de ordenar mi vida. De ya no decir esas oraciones casi automáticas de leer las escrituras con más regularidad y estar más cerca de Dios. De empezar como si me acabase de bautizar, pensé también en no sentirme mal si las cosas no me salen como quiero y todo prácticamente se lo dejo en las manos del Señor, aunque tengo que poner mucho de mi parte. Me he dado cuenta que es la única manera como uno puede sentirse totalmente feliz.”
Eso que escribí hace 42 años es lo mismo que estoy tratando de hacer hoy en día. Es interesante que hay cosas que se tienen que hacer contantemente. No es suficiente hacerlo de vez en cuando. Es como querer cepillarse los dientes solo una vez por semana. Aprendí que leer las escrituras es de todos los días al igual que cepillarse los dientes. También aprendí que de la misma forma como se exprime una naranja sacando hasta la última gota, hay que exprimir cada versículo de las escrituras. Una práctica que tengo es escribir en los márgenes de las paginas mis ideas y pensamientos de lo que estoy estudiando al instante que las ideas me vienen a la mente.
El Presidente Oaks cito a un Senador del estado de Indiana quien escribió: “La única preparación para tomar una profunda decisión que puede cambiar una vida, e incluso a una nación, consiste en cientos y miles de decisiones aparentemente insignificantes, hechas en privado, no plenamente conscientes, y que te van definiendo”5 Estas decisiones privadas “aparentemente insignificantes” comprenden la manera en que usamos nuestro tiempo, lo que vemos en televisión o en internet, lo que leemos, la música que escuchamos, la clase de entretenimiento que buscamos y cómo ponemos en práctica nuestro cometido de ser honestos y verídicos.
Otra cosa aparentemente pequeña y sencilla es tratar con cortesía a los demás y ser positivos en nuestras relaciones personales.
Yo admiro mucho a la gente que comparte sus talentos, ya sea en cuanto a música, arte, poesía, etc. En el barrio tenemos a la hermana Alicia quien escribe poemas y los comparte en el grupo de Whats App con las hermanas. Eso es algo muy sencillo, pero a la vez se le aprecia mucho el que ella se toma el tiempo de compartir sus poemas con nosotras.
Ninguna de esas cosas pequeñas y sencillas nos va a elevar hacia cosas grandes, a menos que las practiquemos con regularidad y continuamente.
El Elder Oaks continuo diciendo: Estamos rodeados de la influencia de los medios y del deterioro cultural y, a menos que nos resistamos continuamente, esto arrastrará nuestros valores corriente abajo. Para avanzar contra la corriente en pos de nuestra meta eterna, debemos seguir remando sin cesar. Es más fácil si formamos parte de un equipo donde todos reman juntos, como un equipo de remo en acción.”
Al escuchar este mensaje me vino a la mente las veces que he remado. A mí me encanta remar, y la única forma de avanzar es haciendo un gran esfuerzo, de otra forma la corriente nos lleva a cualquier lado. De la misma forma las corrientes de las ideologías del mundo son tan fuertes que si dejamos de remar, la corriente nos llevara hacia un destino que no deseamos “las pequeñas cosas y sencillas” en este caso el dejar de remar nos podría llevar a tomar malas decisiones y hasta podríamos perecer.
El Antiguo Testamento contiene un ejemplo de cómo algo tan pequeño y sencillo podría salvar la vida. Leemos que los israelitas fueron atacados por serpientes venenosas. Muchas personas murieron. ¡Moisés oró para pedir ayuda y fue inspirado a hacer “una serpiente de bronce y todo lo que tenía que hacer la persona para no morir era ver a la serpiente! Una cosa tan sencilla produjo un resultado tan milagroso! Sin embargo, aun cuando el Señor había preparado un medio tan sencillo para que ellos fuesen sanados, “por causa de la sencillez de la manera, o por ser tan fácil, hubo muchos que no lo hicieron y perecieron. Ese ejemplo y esa enseñanza nos recuerdan que la sencillez de la manera, o lo fácil que es la tarea que se nos manda, no significa que no sea importante para el logro de nuestros deseos justos.
Hablando a los estudiantes, El Presidente de B Y U les hablo sobre la enseñanza de Alma a su hijo Helaman que se encuentra en Alma 37:6 “Ahora bien, tal vez pienses que esto es locura de mi parte, mas he aquí, te digo que por medio de las cosas pequeñas y sencillas se realizan grandes cosas, y en muchos casos, los pequeños medios confunden a los sabios.”
Lo explico de esta forma. “Alma le asegura a su hijo que efectivamente el modelo que el Señor sigue, cuando ejercemos fe en Él y seguimos su consejo en las cosas pequeñas y sencillas, es que Él nos bendice con pequeños milagros diarios y, con el correr del tiempo, con obras maravillosas”3 “Es por no hacer las cosas pequeñas y sencillas que la fe flaquea, cesan los milagros y se detiene el progreso hacia el Señor y Su reino, para luego comenzar a retroceder, a medida que el afán de cosas más temporales y las ambiciones mundanas ocupan el lugar de la búsqueda del reino de Dios”8.
Está escrito que el presidente Brigham Young dijo: “Nuestras vidas se componen de pequeñas y sencillas circunstancias que ascienden a una gran cantidad cuando se juntan y resumen la vida entera de un hombre o una mujer”6.
El presidente Hunter enseñó que: “A menudo son las tareas comunes que llevamos a cabo las que tienen el efecto positivo más grande en la vida de los demás, si las comparamos con aquellas que el mundo comúnmente relaciona con la grandeza”4
El Elder Oaks dijo: “De igual modo, aun los pequeños actos de desobediencia y las faltas menores en el ejercicio de la rectitud nos empujan hacia un desenlace que se nos ha advertido evitar. La Palabra de Sabiduría nos da un ejemplo de eso. Es probable que no se pueda medir el efecto que produce en el cuerpo un solo cigarrillo o un trago de alcohol o una dosis de otra droga; pero con el tiempo, el efecto es potente y puede llegar a ser irreversible. Recuerden que el crecimiento gradual de la raíz del árbol produjo el rompimiento de la acera. Una cosa es cierta, las consecuencias terribles de participar en cualquier cosa que pueda ser adictiva, pueden ser evitadas completamente si nunca probamos estas cosas, ni siquiera una vez.”
El presidente Ballard enseñó: “Así como unas débiles fibras forman un hilo y luego una hebra y por fin una cuerda, las cosas pequeñas que se combinan se vuelven tan firmes que es difícil romperlas. Siempre tenemos que ser conscientes del poder que las cosas pequeñas y sencillas ejercen en la formación de la espiritualidad”, dijo él. “Al mismo tiempo, tenemos que tener presente que Satanás también se valdrá de cosas pequeñas y sencillas para llevarnos a la desesperación y al tormento. A fin de protegernos del efecto negativo acumulado que destruye nuestro progreso espiritual, debemos seguir el modelo espiritual relacionado con las cosas pequeñas y sencillas.”
El élder Bednar describió este principio diciendo: “Podemos aprender mucho sobre la naturaleza y la importancia de este patrón espiritual [si observamos] la técnica de… regar un terreno por goteo en muy pequeñas dosis”, en lugar de rociar grandes cantidades de agua.
Él explicó: “El goteo constante de agua penetra profundamente en el terreno y provee un alto nivel de humedad en el suelo, en el que las plantas pueden crecer. Del mismo modo, si ustedes y yo nos centramos en recibir frecuentes gotas de sustento espiritual, entonces las raíces del Evangelio pueden arraigarse con profundidad en nuestra alma, pueden llegar a establecerse y cimentarse firmemente y pueden producir un fruto extraordinario y delicioso.
“El patrón espiritual de las cosas pequeñas y sencillas, que llevan a efecto grandes cosas, produce firmeza y perseverancia, una devoción cada vez mayor, y una conversión más completa al Señor Jesucristo y a Su evangelio”9.
El profeta José Smith enseñó este principio con palabras que ahora forman parte de Doctrina y Convenios: Refiriéndose a los primeros intentos de establecer la Iglesia en Misuri, el Señor aconsejó a los santos tener paciencia porque “todas las cosas tienen que acontecer en su hora” Luego, dio esta gran enseñanza: “Por tanto, no os canséis de hacer lo bueno, porque estáis poniendo los cimientos de una gran obra. Y de las cosas pequeñas proceden las grandes” Es interesante que en una clase de la universidad que tome donde tenía que leer cuatro textos sobre superación personal todas las mas de 300 horas que dedique estudiando esos textos estaban reducidos D Y C 64:33 que solo tomo segundos leer.
Pienso que todos deseamos seguir el desafío que nos dio el presidente Nelson de seguir adelante “en la senda del convenio”10. Fortaleciéndonos como familia en el evangelio y de hacer las “cosas pequeñas” que el evangelio de Jesucristo y los líderes de Su Iglesia nos enseñan. En un par de semanas vamos a estar escuchando de nuevo otra Conferencia General en la cual nuestros líderes nos pedirán que hagamos esas cosas pequeñas y sencillas para nuestro bien y espero que todos tomemos nota de eso y las hagamos.
En el nombre de Jesucristo, amen
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