Sunday, November 30, 2014

My talk

I got up super early to go to Church today. Did not want to be late so I went super early, sat in my car to read my talk and all of the sudden I was almost late to the meeting but it all worked out. I was given 15 minutes and went over three minutes but I hope that wasn't too bad. This is what I said, sorry it's in Spanish.




En los Estados Unidos el pasado jueves se celebró el día de acción de gracias y que mejor época del año para poder agradecerle al Señor por todas las innumerables  bendiciones que he recibido este año. Una de esas bendiciones es la oportunidad que tengo de enseñar a los niños en el programa de Fe en Dios.

 Cuando yo era niña recuerdo que tenía un marco de tela en el cual yo iba poniendo una ficha cada vez que cumplía con un requisito para completarlo. Uno de los requisitos era aprenderme de memoria los artículos de Fe, Otro dar un discurso en la primaria, otro de enseñar una noche de hogar, otro de desarrollar un talento, el de hacer alguna manualidad  y recuerdo que tenía que hacer varias obras de servicio.  Todo eso yo lo hacía por mi cuenta.




La Presidenta de la Primaria solo nos recordaba que lo teníamos que completar antes de cumplir los 12 años para podernos graduar de la Primaría como cuando pasas de un grado a otro y no te quieres quedar atrás porque quien quiere tener catorce años y seguir en la Primaria?  Y eso me serbia de motivación para completar ese marco lo más pronto posible.  


Hoy los niños cuentan con un librito que lo van llenando a medida que van completando las asignaciones. Este folletito se les entrega al cumplir 8 años por lo tanto deben de cuidarlo y no extraviarlo. Busquen un lugar especial donde siempre lo pueden encontrar.  Los padres deben de ayudar a sus hijos a completar ese folletito junto con la ayuda de su  maestra  y esa soy yo. Hay un total de 30 actividades que los niños tienen que desempeñar para completar su librito de fe en Dios aparte de memorizar los artículos de fe.


 Las actividades se basan en cuatro categorías. Tres de esas categorías son: vivir el evangelio, servicio a los demás, y desarrollar los talentos. Se requieren 8 actividades como mínimo que deben completar por cada una de esas categorías.


Mis palabras el día de hoy se  las voy a dirigir a los niños de mi clase primordialmente, pero aplica por supuesto a todos! Ejemplo, atrás del folletito dice: Mis normas del evangelio. Dice así:


Seguiré el plan que nuestro padre celestial tiene para mí.


Recordare mi convenio bautismal y escucharé al Espíritu Santo.


Hare lo justo. Sé que puedo arrepentirme si cometo un error.


Seré honrado con mi Padre Celestial, con otras personas y  conmigo misma.


Usaré con reverencia el nombre de Nuestro Padre Celestial y el de Jesucristo. No usaré un lenguaje indecente ni malas palabras.


Haré durante el día de reposo las cosas que me harán sentir cerca de mi Padre Celestial y de Jesucristo.


Honrare a mis padres y haré lo que este de mi parte para fortalecer a mi familia.


Mantendré mi cuerpo y mi mente sagrados y puros, y no participaré de cosas que sean dañinas para mí.


Me vestiré modestamente para mostrar respeto por mi Padre Celestial y por mí mismo.


Solamente leeré y veré cosas que sean agradables a mi Padre Celestial.


Solamente escuchare música que complazca a mi Padre Celestial.


Buscare buenos amigos y trataré con bondad a los demás.


Viviré de tal forma que sea digno de entrar en el templo y haré lo que esté de mi parte para tener una familia eterna.


Eso es lo mismo que todos nosotros anhelamos tener. Voy a tocar distintos temas de los cuales hemos hablado en algunas de las actividades que hemos tenido juntos y a la vez aprovechar dar gracias por ellas:


 Estoy agradecida por las escrituras que nos enseñan la verdad sobre Jesucristo.


Mis queridos  hermanitos de más está decirles que me siento muy agradecida por Jesús y Su Padre que también es mi padre, el  Padre Celestial. Y sobre ellos hablan las escrituras.  Recuerden que en las escrituras se encuentra toda la verdad. En Juan 8:32 dice “ Y conocereís la verdad y la verdad os hará libres.” En otras palabras si vivimos el evangelio de Jesucristo el cual se encuentra en las escrituras, seremos libres de ser engañados y de perecer. Llegaremos a comprender lo infinito que ha sido su expiación por cada uno de nosotros. A querer seguirlo para poder algún día estar en su presencia y obtener la exaltación.


 Estoy agradecida de pertenecer a su Iglesia, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los últimos días. 


Ustedes han tenido el gran privilegio de haber sido bautizados en la Iglesia del Señor de la misma forma y con la misma autoridad con la cual nuestro Señor  Jesús fue bautizado. El siendo perfecto y sin mancha sin nada de que arrepentirse, se bautizó para darnos el ejemplo.


 Estoy agradecida por tener la guía del espíritu santo.


Hemos hablado mucho de este tema ya que al haber cumplido los 8 años y haberse bautizado, ustedes han recibido el don del Espíritu Santo, miembro de la trinidad y ese es otro gran privilegio que solamente es exclusivo para los miembros de la Iglesia de Jesucristo y es precisamente el espíritu Santo el que les revelara toda verdad siempre y cuando nos esforzamos por ser dignos para tener la compañía del espíritu.


 Estoy agradecida por el plan de Salvación.


 Ustedes saben de dónde vinieron y exactamente porque se encuentran aquí en este mundo y para donde van. Este es el plan diseñado por Dios. Esto es algo que muchas de las mentes brillantes y educadas en el mundo entero no lo saben. Que afortunados son ustedes de tener ese conocimiento a tan temprana edad. 


 Estoy agradecida por el sacerdocio.


Hermanitos varones que ya no están en mi clase porque cumplieron los 12 años, a ustedes se les ha conferido el sacerdocio de Dios. Ese mismo poder por el cual este mundo fue creado y por el cual se hacen muchos milagros. Mientras vallan creciendo llegaran un día a ser hombres dignos poseedores del sacerdocio de Melquisedec siempre y  cuando sean puros y obedientes a los mandamientos del Señor. El Elder Scott en un discurso del 2008 dijo estas palabras: “Qué bendecidos somos de estar entre los pocos hombres de la tierra a quienes se les ha confiado la autoridad para actuar en el nombre del Salvador con el fin de bendecir a los demás mediante el uso correcto de Su sacerdocio.


Me pregunto, hermanos, ¿cuántos de nosotros reflexionamos seriamente acerca del valor inestimable de poseer el Sacerdocio Aarónico y el de Melquisedec? Cuando consideramos cuán pocos son los hombres que han vivido en la tierra y han recibido el sacerdocio, y cómo Jesucristo ha investido a esos hombres para actuar en Su nombre, deberíamos sentirnos sumamente humildes y profundamente agradecidos por el sacerdocio que poseemos…Nuestro Salvador Jesucristo es el modelo perfecto del uso del santo sacerdocio. Él ministró con amor, compasión y caridad. Su vida fue un ejemplo sin igual de humildad y poder.


Las bendiciones más grandes que se reciben al utilizar el sacerdocio provienen del servicio humilde que se presta a los demás, sin pensar en uno mismo. Si seguimos Su ejemplo como poseedores fieles y obedientes del sacerdocio, tenemos a nuestra disposición un gran poder. Cuando sea necesario, podemos ejercer el poder de sanar, de bendecir, de consolar y de dar consejo, al seguir fielmente la suave inspiración del Espíritu.” Fin de la cita.


  Estoy agradecida por mi testimonio.


Una de las actividades que tuvimos  se trató del significado de tener un testimonio el cual lo escribimos y lo pusimos en una capsula de tiempo para  abrirlo en un futuro y poder ver como se ha fortalecido nuestro testimonio.  Recuerden que es su testimonio lo que les permitirá poder resistir cualquier prueba. Y las pruebas vendrán, de eso estoy segura. En Mormón 9: 25 leemos “ Y a quien crea en mi nombre, sin dudar nada, yo le confirmaré todas mis palabras, aun hasta los extremos de la tierra.”  Y en D&C 6:36 y 37 dice: Elevad hacia mi todo pensamiento; no dudéis; no temáis. Mirad las heridas que traspasaron mi costado, y también las marcas de los clavos en mis manos y pies; sed fieles; guardad mis mandamientos y heredareis el reino de los cielos. Amen.


 Estoy agradecida por nuestros líderes


Cada vez que tenemos una conferencia General hemos tenido actividades para prepararnos para escuchar con más atención los mensajes de las Autoridades Generales. Y que afortunados son ustedes hermanitos el tener viviendo entre nosotros a tres Setentas como Autoridades Generales. Son contados los países donde reside la presidencia de área y la Republica Dominicana es uno de esos países.  Elder Cornish, Elder Zivic y el Elder Martinez. A ellos, como discípulos del Señor,  entre otras cosas, se les ha dado la encomienda de fortalecer a los miembros a venir a Cristo.    


 Estoy agradecida por mi familia


Este mes estuvimos hablando sobre la familia y la proclamación de la familia. Una proclamación que fue dada en 1995 (hace 19 años.) Hoy en día debido a tanta confusión de lo que es la familia, esta proclamación tiene mayor relevancia, validez y significado. La semana pasada el Elder Eyring tuvo la oportunidad de referirse a esta proclamación cuando estuvo en el vaticano. El dijo: “El esposo y la esposa tienen la solemne responsabilidad de amarse y de cuidarse el uno al otro, así como a sus hijos…los padres tienen el deber sagrado de criar a sus hijos con amor y rectitud, de proveer para sus necesidades físicas y espirituales, y de enseñarles a amarse y a servirse el uno al otro, a observar los mandamientos de Dios y a ser ciudadanos respetuosos de la ley dondequiera que vivan…La familia es ordenada por Dios. El matrimonio entre el hombre y la mujer es esencial para Su plan eterno. Los hijos merecen nacer dentro de los lazos del matrimonio y ser criados por un padre y una madre que honran sus votos matrimoniales con completa fidelidad. La felicidad en la vida familiar tiene mayor probabilidad de lograse cuando se basa en las enseñanzas del Señor Jesucristo. Los matrimonios y las familias que logran tener éxito se establecen y se mantienen sobre los principios de la fe, de la oración, del arrepentimiento, del perdón, del respeto, del amor, de la compasión, del trabajo y de las actividades recreativas edificantes…en estas sagradas responsabilidades, el padre y la madre, como compañeros iguales están obligados a ayudarse el uno al otro…otros familiares deben brindar apoyo cuando sea necesario.” Fin de cita.


 Estoy agradecida por vivir en este tiempo


Mis hermanitos, se han preguntado alguna vez que tan especiales son ustedes? Se  han puesto a pensar lo bendecidos que son por haber nacido en esta última dispensación?


Para concluir quiero dejarles las bellas palabras del Presidente Hinckley y al  hacerlo quiero expresar mi amor por cada uno de ustedes los futuros líderes de la Iglesia.  Al dirigirse a los jóvenes él Presidente Hinckley dijo: “ …Os considero a vosotros, los jóvenes de hoy, la mejor generación que ha habido en la historia de la Iglesia. Os felicito, pues tengo en el corazón un gran sentimiento de amor, de respeto y de reconocimiento por vosotros.


Cada vez que me encuentro ante un grupo de vosotros, acuden a mi memoria las notables y proféticas palabras del apóstol Pedro cuando dijo en: (1 Pedro 2:9)


“Más vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable” …Vosotros sois linaje escogido”. Eso es muy cierto. Pese a todos los problemas que tenemos, considero que esta es la más grandiosa etapa de la historia del mundo. Y vosotros, los jóvenes de esta generación, formáis parte de ella y recibís el beneficio de ella; las ventajas de esta época existen para ser una bendición para vosotros si tan solo sabéis aprovecharlas y vivís dignos de ellas.


En la actualidad, disfrutamos de más comodidades, de más oportunidades, de más beneficios de la ciencia y de la investigación que cualquiera otra generación de la historia de la tierra. Vivimos hasta más avanzada edad para disfrutar de todo eso.  Ha habido más descubrimientos científicos a lo largo de mi vida que en todos los años anteriores de la historia de la humanidad.


 No sé por qué he sido tan altamente bendecido al haber nacido en este tiempo tan favorecido; pero estoy agradecido, profundamente agradecido y espero que vosotros también lo estéis. Y además de ese florecer de conocimiento, hemos recibido una bendición aún más grande, la cual es la restauración del Evangelio de Jesucristo. Vosotros y yo estamos viviendo las asombrosas y magnificas bendiciones de esta dispensación del cumplimiento de los tiempos. En estos tiempos, se han restaurado a la tierra todos los principios, los poderes, las bendiciones y las llaves de todas las dispensaciones anteriores… hemos recibido conocimiento de la realidad de la existencia de Dios nuestro Padre Eterno y de su Hijo Amado, el Salvador y Redentor del mundo.


Como parte de esta gran revelación de conocimiento y luz y verdad, hemos recibido el Libro de Mormón, ese otro testimonio de nuestro Señor Jesucristo, un compañero de la Santa Biblia, una declaración de la realidad de la existencia del Hijo de Dios que habla en testimonio de El por cuanto ese conocimiento fue revelado a profetas que hace muchísimo tiempo llegaron a conocerle en este hemisferio occidental.


En verdad, mis queridos y jóvenes amigos, vosotros sois un linaje escogido. Espero que no lo olvidéis jamás. Espero que le deis la importancia que merece. Espero que crezca en vuestros corazones un intenso sentimiento de gratitud a Dios, que os ha hecho posible venir a la tierra en esta maravillosa etapa de la historia del mundo.


Pedro habla de una “nación santa” (1 Pedro 2:9) y no se refiere a una entidad política sino a una vasta congregación de los santos de Dios: hombres y mujeres que andan en santidad de ello emanan.


La descripción final del apóstol Pedro: “pueblo adquirido por Dios”, es decir, un pueblo singular.


Desde luego que sois singulares. Si el mundo sigue sus actuales inclinaciones y si vosotros sois obedientes a las enseñanzas y a los principios de la Iglesia, os volveréis aún más singulares y extraordinarios a la vista de los demás.


A cada uno de vosotros digo: A vosotros, los miembros de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, se os han enseñado muchos principios de origen divino, los cuales se basan en los mandamientos que el dedo de Dios escribió en las tablas de piedra (véase Éxito 31:18) cuando Moisés habló con Jehová sobre el monte. Vosotros los conocéis y los conocéis bien.


Los principios que se os han enseñado también se basan en las bienaventuranzas que Jesús habló a la multitud. Estas, junto con otras de las divinas enseñanzas del Señor, constituyen un código de valores éticos, un código de enseñanzas divinas que vosotros conocéis y de conformidad con las cuales tenéis el deber de vivir.


A ellos se han añadido los preceptos y los mandamientos de la revelación de los últimos días. Combinados, esos básicos y divinos principios, leyes y mandamientos deben constituir vuestro código de valores. Y no podréis evitar recibir los frutos de la obediencia a ellos. Si os regís por ellos, no vacilo en prometeros que conoceréis gran paz y felicidad, progreso y logros. En la medida en que no los observéis, lamento deciros que en esa misma medida recogeréis los frutos de la desilusión, la tristeza, la desdicha y hasta la tragedia.


Vosotros no podéis permitiros hacer ninguna cosa que no esté totalmente de acuerdo con los preceptos, las enseñanzas y los principios que el Dios de los cielos ha establecido por Su amor a vosotros y Su deseo de que en vuestras vidas abunden lo bueno y la felicidad.


Y así invito a todos los que me estéis escuchando a pensar un momento en por que estáis aquí por el divino plan de vuestro Padre Celestial y a pensar en el inmenso potencial que tenéis para hacer el bien durante la vida que Dios os ha dado. Sabed que os amamos, que os apreciamos, que os tenemos confianza, sabiendo que dentro de poco vosotros asumiréis posiciones de liderazgo en la Iglesia y grandes responsabilidades en el mundo en que viviréis.


Que Dios os bendiga, lo pido humildemente y doy testimonio de estas cosas, en el nombre de Jesucristo. Amén.” Fin de cita


Esa es la  misión de todos nosotros en esta Iglesia, ser un pueblo santo, un pueblo escogido adquirido por Dios. Y esto lo comparto en el nombre de Jesucristo, Amen. 


 


 


 


 


 


 


 


 


    


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 


 

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